La Ciudad

Un elefante marino, inusual visitante en la costa de Mar del Plata

Apareció en la reserva de lobos marinos, pero finalmente se refugió en la zona del Torreón al ser "echado" por un kayakista. Fauna Marina lo vigiló en su nuevo lugar de descanso.

No es extraño pero sí al menos inusual que un ejemplar de elefante marino visite la costa de Mar del Plata y más aún en este momento del año, como pudo observarse en los últimos días, según informaron desde la Fundación Fauna Argentina.

Días pasados un pequeño elefante marino visitó la playa de los lobos marinos del Puerto de la ciudad, algo que llamó la atención de los integrantes de la entidad que cuidan a los animales de la zona.

Sin embargo, el lugar que este ejemplar había elegido para su descanso, “fue interrumpido kayakista que los echó” de ese punto, advirtieron desde Fauna Argentina.

No obstante, el elefante marino no se fue de la ciudad sino que cambió el lugar para descansar y así se refugió en la zona del Torreón del Monje. Al identificarlo allí, el personal de la Fundación vigiló al animal en su nuevo lugar de descanso.

Durante el último verano, la presencia de algunos elefantes marinos en las playas de Mar del Plata también había llamado la atención.

Se trata, en principio de un ejemplar de elefante marino del sur (Mirounga leonina), un mamífero marino perteneciente a la familia de las focas (Familia Phocidae). El elefante marino del sur es el más grande de los Pinnípedos -grupo que incluye a focas, morsas y lobos marinos-, siendo los machos adultos casi cinco veces más pesados que las hembras y con una marcada proboscis o trompa, que da origen a su nombre común.

De acuerdo con una investigación reciente del Conicet se sabe que la presencia de ejemplares en las costas bonaerenses es inusual en invierno, aunque durante el verano responde al regreso de animales a la costa para mudar el pelo. En el caso de los machos subadultos y adultos, el cambio de pelo se inicia a fines de febrero, mientras que las hembras lo realizan entre fines de diciembre a principios de febrero.

El ciclo de vida anual del elefante marino del sur comprende dos etapas terrestres: una dedicada a la muda (diciembre a febrero) y otra a la reproducción (septiembre y octubre), alternadas con dos etapas de alimentación en mar abierto.

Estos ejemplares forman parte de la población de elefantes marinos que se reproduce en la Península Valdés (Chubut), y los mismos pueden salir previamente en distintas zonas costeras del Mar Argentino antes de llegar a sus zonas de muda.

La colonia de elefantes marinos de Península Valdés ha experimentado un notable aumento poblacional en las últimas décadas. Los últimos censos realizados por el grupo de Mirtha Lewis, investigadora principal del Centro Nacional Patagónico (CENPAT), registraron aproximadamente 11.000 cachorros nacidos anualmente dentro de los aproximadamente 30.000 animales que se reproducen en Península Valdés.

De esta manera, es un fenómeno esperable el registrar elefantes marinos en áreas muy alejadas de las zonas de concentración terrestre y, por ello, resulta frecuente ver ejemplares vagabundos por toda la costa de la provincia de Buenos Aires, Uruguay y Brasil, hasta el archipiélago de Fernando de Noronha.

Muchos de estos ejemplares son avistados principalmente en verano, pero el que se hizo presente esta vez, a días del comienzo de la primavera, se habría alejado de su manada. Por el momento se encuentra en buen estado y descansa en la zona del Torreón.

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